domingo, 4 de diciembre de 2011


Tu lengua enroscada, y mis piernas fingiendo
babeando al oído mentira y dolor.
Y así día a día venís aprendiendo,
"no busques respuestas  si no hay solución"
Querés volar alto, te falta algún tiempo,
de a poco subís algún otro escalón.

Tan vacío vengo, voy sin dirección.
Tarde en las esquinas,  viento y nubarrón.
Mal vacío, nena, mil noches, dolor.
Y a veces me alcanza con vos,
y a veces extraño su olor.

Extraños ocasos suceden al día,
después por las noches  dejás de ser vos.
Tus ojos ladrones  de toda alegría,
se roban mis pasos,  mi piel, mi color.
De a poco me olvido  de aquel sufrimiento,
después cada tanto me pongo a temblar.
Sudor de mi carne,  mi piel y mis huesos
que alguna otra noche me vuelve a enfermar.

Tan vacío vengo,  voy sin dirección.
Tarde en las esquinas,  viento y nubarrón.
Mal vacío, nena,  mil noches, dolor.
Y a veces me alcanza con vos,
y a veces extraño su olor.


¿No ves que me olvido de ser?
¿No ves que me pierdo al volver?
¿No ves que la luna me pide seguir?
¿No ves que la cosa cambió?,
rendido a los pies del dolor
¿No ves que ya es tarde para prevenir?
¿No ves que no puedo cambiar?
y el cuerpo es fugaz terrenal,
que el alma está en llamas y pide salir

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